No dejes que tu fruta fresca se eche a perder. ¡Congélala!

La fruta fresca puede ser cara, y desecharla no solo es malo para tu billetera, sino que significa que te has perdido la oportunidad de disfrutar de alimentos deliciosos y nutritivos.

Por suerte, hay cosas que puedes hacer para evitar que tu fruta fresca se eche a perder. Una de las mejores cosas que puedes hacer es congelar la fruta el mismo día que lo hayas comprado o justo antes de que se pudra.

Es importante congelar la fruta antes de que empiece a pudrirse porque, de lo contrario, tendrá un sabor desagradable cuando la descongeles. La congelación no hace que la fruta vuelva a su estado fresco. En cambio, congela la fruta en su estado actual para que no empiece a pudrirse o arruinarse.

La mayoría de la fruta puede congelarse, salvo los cítricos, las manzanas y las peras. Primero, lava la fruta, pélala y córtala si es necesario. Sécala levemente antes de guardarla en recipientes aptos para el congelador. Recuerda escribir la fecha en los envases para consumir la fruta congelada antes de su fecha de consumo preferente.

La fruta congelada dura aproximadamente 6 meses. Descongela la fruta congelada en el refrigerador, o bajo el grifo si tienes poco tiempo. Una vez que las hayas descongelado, no las puedes volver a congelar.