Ejercicio y envejecimiento
El envejecimiento es un proceso natural que todos experimentamos. No obstante, podemos tomar medidas para mejorar o mantener nuestra salud a medida que envejecemos.
El ejercicio es uno de los factores clave que pueden influir en gran medida en el proceso de envejecimiento. Se ha demostrado que hacer actividad física regularmente tiene una gran cantidad de beneficios tanto para nuestro bienestar físico como mental, y desempeña una función importante en el envejecimiento sano.
Estas son algunas maneras en que el ejercicio influye en cómo envejecemos.
Mantenimiento de la masa muscular y control del peso
El entrenamiento de fuerza ayuda a desarrollar y mantener la masa muscular esquelética. Además, ayuda a controlar el peso, la sensibilidad a la insulina y la producción hormonal. Cada una de estas cosas es esencial para mantener nuestra salud mientras envejecemos. Levantar pesas también contribuye a mejorar la coordinación, el equilibrio y la estabilidad, todos los cuales son vitales para prevenir las caídas en la tercera edad.
Asimismo, puede conseguir todos los beneficios anteriores al hacer ejercicio cardiovascular (aunque el crecimiento y el mantenimiento muscular son ligeramente inferiores).
Mejora de la salud ósea
Generalmente, el envejecimiento se asocia a un mayor riesgo de osteoporosis y fracturas. No obstante, hacer ejercicios con pesos, como caminar, correr o bailar, ayuda a fortalecer los huesos y a mejorar la densidad ósea. El ejercicio estimula la remodelación y el crecimiento del tejido óseo, lo cual minimiza el riesgo de fracturas y mantiene una salud ósea que es mejor en general.
Mejor salud cerebral
Se ha demostrado que la actividad física regular mejora la función cognitiva, la memoria y la capacidad de atención. Además, fomenta la liberación de endorfinas, dopamina y serotonina, las cuales elevan el estado de ánimo, minimiza el estrés, favorece el equilibrio hormonal y lucha contra el deterioro cognitivo relacionado con la edad.
Función inmunitaria sana
El sistema inmunitario protege al organismo contra infecciones y enfermedades. Se ha demostrado que hacer ejercicio regularmente fomenta la función del sistema inmunitario al incrementar la producción de células que eliminan patógenos y beneficiar la producción de anticuerpos. Esto sirve para minimizar el riesgo de padecer enfermedades e infecciones relacionadas con la edad, lo cual lo mantiene más saludable y resistente a medida que envejece.