Cómo crear un hábito diario de autocuidado
El autocuidado es esencial para todos. Desempeña una función fundamental en reducir el estrés, mejorar el estado de ánimo y fomentar una mejor salud integral.
No siempre es fácil establecer una rutina diaria de autocuidado, en particular si nunca te lo habías planteado. No obstante, abajo te ofrecemos algunos simples pasos que puedes seguir para incorporar el autocuidado a tus actividades diarias.
Practica el autocuidado por las mañanas
Si dejas el autocuidado para las tardes o noches, es posible que no lo hagas. Tal vez estés demasiado cansado y ocupado a última hora del día, lo que quiere decir que el cuidado personal se omite o se deja para otro momento.
Al programar el autocuidado para las mañanas, se puede minimizar el riesgo de que lo omitas o lo dejes para el próximo día. No es necesario que te tome varias horas Puedes escoger practicar el autocuidado mientras tomas tu café matutino o paseas por la naturaleza.
Determina qué actividades de autocuidado te gustan
El autocuidado es distinto para cada persona, por lo tanto es importante dedicar algo de tiempo a pensar qué actividades te alegran. ¿Te gusta pintar, tocar un instrumento, escribir en un diario o pasear por la naturaleza?
Independientemente de lo que te gusta hacer, asegúrate de incluirlo en tu rutina al menos una vez al día. Nuevamente, no es necesario reservar más de 30 minutos, por lo que el cuidado personal no tiene por qué durar todo el día.
Sé realista
Si nunca antes has incluido el autocuidado en tu rutina, no esperes saber exactamente qué hacer enseguida. Tal vez te tome unas semanas adoptar una rutina de autocuidado que pase a ser algo natural.
La constancia es la clave, entonces, intenta incorporar por lo menos unos minutos de autocuidado a tu rutina los siete días de la semana aunque algunos días sean más ajetreados que otros.