La función de la nutrición en la salud mental

La depresión es una enfermedad mental compleja que puede afectar considerablemente a la salud y el bienestar. Hay varios factores que aportan al desarrollo y la gestión de la depresión, y las nuevas investigaciones sugieren que la nutrición puede desempeñar una función de apoyo a la salud mental.

Ácidos grasos omega-3

Los ácidos grasos omega-3, que incluyen el ácido eicosapentaenoico (EPA) y el ácido docosahexaenoico (DHA), pueden ser útiles para mejorar el estado de ánimo y minimizar los síntomas depresivos.

Puede encontrar estos ácidos grasos en pescados grasos como el salmón, la caballa y las sardinas, al igual que en fuentes vegetales como las semillas, los frutos secos y los aguacates. Llevar una dieta que incluya alimentos ricos en omega-3 puede ser útil para reducir la inflamación y beneficiar la salud del cerebro al posiblemente aliviar los síntomas de la depresión.

Vitaminas B

Las vitaminas B desempeñan una función fundamental para mantener una función cerebral óptima y regular el estado de ánimo. Tener niveles bajos de vitaminas B se ha asociado a un mayor riesgo de depresión y a que la gravedad de los síntomas empeore.

Las buenas fuentes de vitamina B incluyen verduras de hoja verde, legumbres, cereales enriquecidos, huevos y las carnes magras. Garantizar un consumo adecuado de vitaminas B a través de una dieta equilibrada o suplementos puede ser útil para mejorar la salud mental.

Vitamina D

La falta de vitamina D se ha asociado a un mayor riesgo de síntomas depresivos. La producción de vitamina D se desencadena en la piel al estar expuesto a la luz solar, pero también puede obtenerse de fuentes alimentarias como las setas, los pescados grasos, los productos lácteos enriquecidos y las yemas de huevo. Asegurarse de obtener suficiente vitamina D al estar expuesto a la luz solar o consumir suplementos puede contribuir al bienestar mental.

Antioxidantes

Los antioxidantes, como los polifenoles y los flavonoides, neutralizan los radicales libres de oxígeno que son perjudiciales para el organismo al proteger las células y los orgánulos del daño oxidativo.

Se ha demostrado que el daño oxidativo contribuye a una salud física y mental deficiente, por lo tanto, consumir alimentos con una cantidad abundante de antioxidantes puede reducir la inflamación, ayudar al cerebro y mejorar el estado de ánimo.