¿Por qué es problemático el mito del padre o madre perfecto(a)?
Es positivo esforzarse por ser un buen padre o madre, pero ¿perseguir la perfección? Eso es una receta para el estrés, la culpa y el agotamiento. He aquí por qué este mito es perjudicial:
Impacto en usted
- La autoestima se ve afectada cuando siente que no está “logrando” ser padre o madre.
- La relajación se siente como una pérdida de tiempo.
- La autocrítica se vuelve constante cuando no se cumplen expectativas poco realistas.
- El estrés y el agotamiento aumentan.
- El cuidado personal queda relegado.
- La salud mental se ve afectada, lo que conduce a ansiedad, depresión y agotamiento emocional.
- La duda y la culpa se convierten en compañeras constantes.
Impacto en sus relaciones
- Aumenta el conflicto porque los errores se sienten intolerables.
- El enfoque se desplaza hacia lo que está mal, en lugar de valorar lo que sí está funcionando.
- Los hijos sienten presión por cumplir con estándares imposibles.
- Los niños no tienen espacio para cometer errores y aprender de ellos.
- Se acumula el resentimiento y la culpa comienza a afectar las relaciones.
La perfección no es la meta: el crecimiento, sí. Abrazar la imperfección crea espacio para la conexión, la confianza y para aprender juntos.