Cinco (5) consejos para dormir mejor
Crear una rutina eficaz para la hora de acostarse puede ser útil para mejorar la calidad del sueño y la cantidad que duermes. Al mismo tiempo, puede aumentar la claridad mental, la resistencia, la motivación y la salud física. Te presentamos cinco hábitos que te ayudarán a dormir bien.
No uses pantallas antes de acostarte
Haz todo lo posible para desconectarte de los dispositivos electrónicos al menos 30 minutos antes de acostarte. La luz azul que emiten las pantallas puede alterar la producción de melatonina en el cerebro, lo que hace que sea más difícil quedarse dormido. En cambio, realice actividades tranquilizantes como leer un libro, jugar a un juego de mesa con sus seres queridos o practicar una rutina de estiramientos o yoga.
Sigue un programa consistente antes de irte a dormir
Puedes crear un programa de sueño consistente al acostarte y levantarte a la misma hora todos los días, si es posible. Trata de seguir realizando este hábito los fines de semana para que puedas regular el reloj interno de tu cuerpo (que se conoce como ritmo circadiano). Esto puede ayudar a mejorar la calidad y la regularidad del sueño.
Practica rituales tranquilizantes a la hora de acostarte
El cuerpo necesita tiempo para relajarse antes de dormir. El desarrollo de una rutina para irse a dormir que contenga actividades calmantes y relajantes, como darse un baño caliente, practicar ejercicios de respiración profunda o realizar estiramientos suaves, permite que el cuerpo se prepare para ir a la cama y hace que sea más fácil quedarse dormido rápidamente.
Crea un entorno cómodo para dormir
Asegúrate de que tu habitación sea favorable para el sueño al mantener un entorno fresco, oscuro y tranquilo. Invierte en un colchón y almohadas que sean cómodos y adecuados para apoyar la columna vertebral y asegurarse de que mantengas una alineación correcta, lo que te ayudará a mejorar la comodidad y la calidad del sueño.
Practica la meditación
Incluye prácticas de meditación de atención plena en tu rutina para dormir. Puede incluir sesiones de meditación guiada o ejercicios de atención plena simples que incluyan una respiración profunda para calmar la mente, reducir la ansiedad y favorecer un sueño más reparador.