Alternativas para la meditación

Alternativas para la meditación

La meditación ofrece una serie de beneficios, como aliviar el estrés, mejorar el estado de ánimo y fortalecer los vínculos con los seres queridos. No obstante, no es algo que le gusta a todo el mundo, y algunas personas se benefician más de formas alternativas de aliviar el estrés.

A mucha gente le cuesta concentrarse cuando intenta meditar. No es tan fácil como parece, y puede llevar un tiempo reunir las herramientas adecuadas y perfeccionar las técnicas para meditar de forma efectiva.

Si buscas una alternativa a la meditación, dale una oportunidad a una de estas.

Ejercicios de respiración profunda

Parte de la razón por la que la meditación te ayuda a calmarte y traerte al momento presente es que debes respirar profundamente. Respirar profundamente activa el sistema nervioso parasimpático, que es tu sistema de descanso y digestión y hace que te sientas más relajado y tranquilo.

Yoga

Hacer yoga es una forma de ejercicio meditativo que se centra en mantener distintas posturas (asanas) mientras respiras profundamente. Es la manera perfecta de poner el cuerpo en movimiento y aumentar la fuerza muscular y la estabilidad, al tiempo que se calma la mente. Asimismo, puede potenciar la función cognitiva, sobre todo para aquellas personas mayores de 60 años.

Tai Chi

El Tai Chi suele denominarse meditación en movimiento porque combina técnicas meditativas con movimiento físico. Fortalece los músculos, calma la mente y mejora el estado de ánimo. Asimismo, el Tai Chi puede ayudar a aumentar tus niveles de energía y tu forma física aeróbica

Si practicas Tai Chi con otras personas, también puedes notar mejoras en tu salud social.

Caminar

Caminar es una de las formas más populares de movimiento físico que muchas personas realizan en su día a día sin pensárselo dos veces. No obstante, puedes combinar el paseo con la meditación practicando el paseo consciente.

Esto se hace mejor en la naturaleza o en algún lugar tranquilo y pacífico. Intenta enfocarte en lo que te rodea mientras caminas. ¿Qué puedes ver? ¿Qué puedes oler? ¿Qué sonidos se oyen? Al concentrarte en estas cosas, te mantendrás en el presente.

‍ Si ya caminas sobre una base regular, alarga uno de tus paseos y haz que sea meditativo; luego, verifica si notas diferencias en tu salud y estado de ánimo.