De la crianza “perfecta” a una crianza “suficientemente buena”
¿Quiere dejar atrás el perfeccionismo? La clave es cambiar el foco a ser "lo suficientemente buenos"—lo que significa demostrar amor, establecer límites y alentar el crecimiento, al tiempo que acepta que los errores (suyos y de los demás) son parte del proceso.
Pasos prácticos para dejar atrás el perfeccionismo
- Explore las creencias perfeccionistas. ¿Cuál es su procedencia? ¿Resultan útiles? ¿Puede pensar en ellas de manera más equilibrada?
- Acepte lo que no puede controlar. Ningún padre o madre puede cubrir todas las necesidades ni resolver todos los problemas, y eso está bien.
- Practique la autocompasión. Háblese como si se tratara de un amigo. Cuestione el diálogo interno negativo y abrace la autoaceptación.
- Modele respuestas saludables ante los errores. Muéstreles a sus hijos que está bien equivocarse. Enfóquese en el esfuerzo, no solo en los resultados.
- Busque apoyo. Conéctese con otros padres para compartir desafíos y normalizar las dificultades. Recuerde, las redes sociales son una vitrina de lo mejor, no la realidad. Si el perfeccionismo resulta abrumador, el apoyo profesional puede ser de gran ayuda.
Dejar atrás el mito del padre o madre perfecto(a) abre la puerta a vínculos más fuertes, mayor alegría y una experiencia de crianza más saludable. ¿Y no es eso lo que realmente hace a un(a) buen(a)padre/madre?