Cómo reducir el azúcar añadido
El consumo excesivo de azúcar se ha relacionado con varias consecuencias negativas para la salud, incluido un mayor riesgo de diabetes tipo 2, obesidad y problemas de salud bucal. A continuación se presentan algunos pasos prácticos que te ayudarán a reducir tu consumo general de azúcares añadidos.
Descubre dónde se esconden los azúcares añadidos ocultos
Muchos alimentos que comemos a diario contienen azúcares extras, y ni siquiera nos damos cuenta. Aprender a identificar correctamente los azúcares en las etiquetas de los alimentos es clave para identificar qué alimentos se deben evitar cuando deseas reducir tu consumo de azúcar.
Las listas de ingredientes no siempre incluyen explícitamente la palabra “azúcar”. En su lugar, podrían incluir palabras como glucosa, sacarosa, fructosa, jarabe de maíz alto en fructosa o néctar de agave. Si uno de estos ingredientes aparece en la parte superior de la lista, considera buscar una alternativa.
Revisa tus bebidas
Las bebidas azucaradas son una fuente importante de azúcares añadidos. Una sola lata de soda de cola generalmente contiene más de 30 g de azúcar. En contraste, la Organización Mundial de la Salud recomienda que, idealmente, limitemos nuestra ingesta diaria de azúcares añadidos a menos de 25 g por día.
Cuida la hidratación
Bebe mucha agua durante el día para prevenir la sed, que el cerebro podría percibir como hambre y hacerte recurrir a un snack azucarado. Cuando tengas sed, evite las sodas, los jugos de frutas y las bebidas azucaradas, ya que estas bebidas suelen tener un alto contenido de azúcar. En su lugar, intenta beber agua, o café o té sin azúcar.
Ten opciones más saludables a la mano
Elimina la tentación de buscar golosinas azucaradas no teniéndolas a la mano. Lleva snacks saludables —como frutas y frutos secos— cuando salgas para estar listo cuando llegue el hambre. De esa manera puedes ahorrarte el azúcar de las golosinas preparadas comercialmente… ¡y también ahorrar algo de dinero!