Cómo empezar a ejercitarse de nuevo de forma segura después de una lesión
El ejercicio es sumamente beneficioso para tu salud, pero conlleva un riesgo de lesión. Sin importar el tipo de ejercicio que estés haciendo, puedes sufrir una contracción muscular, tropezar o moverte accidentalmente de una manera que causa una torcedura.
Los problemas funcionales del ejercicio más frecuentemente reportados son lesiones de músculos, articulaciones, ligamentos y tendones. Al practicar una técnica adecuada mientras haces ejercicio y permaneces dentro de tus capacidades físicas, puedes reducir el riesgo de lesiones.
Si recientemente sufriste una lesión, ya sea por el ejercicio o por otra causa, es importante tomarte el tiempo para recuperarte. Dependiendo de la naturaleza de tu lesión, tal vez también necesites consultar con tu médico para determinar cuándo es seguro reanudar las actividades.
Una vez que hayas tenido el tiempo de recuperación adecuado, puedes empezar a pensar en incorporar ejercicios a tu rutina de nuevo. Es importante no regresar inmediatamente a tu rutina anterior ya que esto podría agravar tu lesión y retrasar tu recuperación. A continuación se presentan tres recordatorios importantes para mantenerte a salvo y saludable cuando comiences a hacer ejercicio después de un período de recuperación.
Enfócate en el movimiento restaurador
Cuando comiences a mover tu cuerpo después de una lesión, deberías centrarte inicialmente en el movimiento restaurador. Esto significa mover tu cuerpo de una manera que se sienta bien pero no cause un mayor riesgo de lesiones adicionales.
El movimiento restaurador resalta la recuperación y el cuidado. Esto implica mover tus músculos y articulaciones con la opción de moverte a través de tu rango de movimiento completo.
Puedes primero recuperar los patrones de movimiento beneficiosos para así establecer una base sólida para hacer ejercicio más intenso en el futuro.
Realiza trabajo de movilidad regularmente
Cuando sufres una lesión y mueves tu cuerpo mínimamente, las articulaciones pueden ponerse rígidas. Tus músculos pueden acortarse y contraerse, lo que puede tener un efecto en tu movilidad.
Cuando vuelves a hacer ejercicio después de una lesión, es importante incluir mucha movilidad en tu rutina, al menos al principio. Practicar la movilidad incrementará el rango de movimiento de las articulaciones y evitará lesiones adicionales cuando empieces a hacer ejercicio más regular e intensamente.
Permite un tiempo de descanso y recuperación adecuado
Después de cualquier forma de ejercicio, tu cuerpo necesita tiempo para descansar y recuperarse. Si no permites que tu cuerpo descanse adecuadamente, puedes sufrir otra lesión, y el proceso de recuperación será mucho más largo.
Independientemente de la intensidad de tus entrenamientos iniciales, siempre debes dejar pasar al menos un día para descansar y recuperarte completamente antes de hacer otro entrenamiento.