Cómo puedes incorporar actividad a lo largo del día

Además de alimentarte bien, mantener una actividad regular es esencial para tener un cuerpo sano. Es capaz de mejorar la salud del corazón y los pulmones, ayudarte a dormir mejor y aumentar tu energía. La cantidad de ejercicio que se recomienda es de 150 minutos de actividad moderada a la semana.

No obstante, si no puedes ir al gimnasio a hacer ejercicio, ¡no te estreses! Te presentamos nueve formas de hacer actividad a lo largo del día.

Estiramiento

El estiramiento es un tipo de movimiento que suele subestimarse. Todas las mañanas, tómate unos minutos para estirar todo el cuerpo. Al hacerlo, se estimula el flujo sanguíneo para que puedas tener energía todo el día. Asimismo, los estiramientos suaves son buenos para aliviar la tensión muscular, lo que puede ayudar a reducir el dolor y prevenir las lesiones. Si sientes que no tienes mucho tiempo ni bien te levantas por la mañana, intenta estirarte antes de acostarte para relajar los músculos y descansar mejor.

Haz sentadillas mientras esperas

Generalmente, nos encontramos esperando algo a lo largo del día. Esperamos a que la tetera hierva. Esperamos a que el microondas termine de calentar la comida. Esperamos al autobús para ir al trabajo.

En vez de quedarte parado mientras esperas, intenta caminar para dar pasos adicionales o hacer algunas sentadillas con el peso del cuerpo. Si estás cerca de una pared, pon a prueba tu fortaleza y estabilidad al hacer sentadas contra la pared de 30 segundos y desafíate a llegar hasta todo un minuto o más.

Usa las escaleras

Los estudios han demostrado que la actividad a lo largo del día puede ser más beneficiosa que una sesión intensa de ejercicio. Usar las escaleras tanto como sea posible puede incrementar tu gasto energético total. De esta forma, tu corazón late fuerte y los músculos de tus piernas se esfuerzan de forma similar que al hacer ejercicios compuestos como las sentadillas o las estocadas.

Camina más a lo largo del día

Si vuelves a tu casa caminando después del trabajo o de un evento social, toma el camino largo para dar más pasos extra e incrementar tu actividad. Además, de esta forma, pasas tiempo al aire libre y al sol por más tiempo, lo que puede ser muy beneficioso para tu salud mental.

Si pasas el día sentado en un escritorio, incorpora un paseo relajante cuando tomes una pausa para el almuerzo. Esto no solamente es bueno para tu actividad general, sino que también es una gran forma de dividir tu día en secciones si tienes un trabajo sedentario. Si hay un parque cerca, camina por las zonas verdes para ir a comer.

Si te vas a reunir con un amigo para comer o para tomar un café y conversar un rato, pregúntale si quisiera encontrarse en el parque en lugar de sentarte en la cafetería del barrio. De esta forma, puedes agarrar tu comida y bebida y disfrutar de algo diferente mientras ves a tus amigos.

Párate cuando sea posible

Cambiar a un escritorio de pie para hacer tu trabajo o incluso simplemente ponerte de pie de vez en cuando a lo largo del día es ideal para estimular el flujo sanguíneo.

Tareas domésticas

En algún momento hay que hacer las tareas domésticas, así que ¿por qué no hacer que sea algo entretenido? Pon tu música favorita y quítate de encima las tareas. Es una gran manera de hacer algo de actividad al tiempo que eres productivo. Asimismo, al bailar al ritmo de tus canciones favoritas, las tareas domésticas pasan a ser mucho más placenteras.

Estaciona más lejos

Cuando vayas a la tienda, estaciona un poco más lejos de lo habitual. De esta manera, aumentas tu actividad sin que te des cuenta de que estás haciendo algo adicional. Además, cargar las bolsas de la compra pesadas hasta el auto es como un entrenamiento de resistencia, que aumentará tu fuerza y resistencia.