Procrastino el irme a la cama. ¿Qué puedo hacer para cambiar?
La mayoría de nosotros conocemos la importancia del sueño, pero nos cuesta acostarnos a una hora regular todas las noches. Todos tenemos una vida ajetreada y muchas responsabilidades dadas las crecientes exigencias de la vida moderna. Tal vez estemos más conectados al trabajo durante las horas libres e intentemos equilibrar varios aspectos de nuestra vida, y esto suele causar que el sueño pase a un segundo plano.
Si te cuesta establecer y mantener un horario de sueño constante, corres el riesgo de sufrir falta de sueño a largo plazo. Varios estudios demuestran que la salud física y mental disminuye cuando no dormimos lo suficiente.
Es más probable que te sientas fatigado, de mal humor e irritable tras solo unas noches de falta de sueño. Asimismo, es posible que te resulte más difícil concentrarte en el trabajo y que tengas problemas de memoria. Además, es menos probable que participes en eventos sociales cuando te falta energía y concentración.
Si procrastinas cuando debes irte a dormir y quieres cambiar esta situación, te damos algunos consejos para que te resulte más fácil acostarte a una hora razonable.
Incluye la relajación en la rutina nocturna habitual
A tu cuerpo le gusta la rutina. Cuando estableces un régimen nocturno regular y coherente, el cuerpo y la mente se relajan de forma natural por la noche.
Asegúrate de que tu rutina nocturna fomente la relajación. Puedes incluir una rutina rápida de estiramientos, una breve meditación o un baño tibio. Cualquier cosa que te ayude a relajar la mente y el cuerpo es beneficiosa.
Apaga los dispositivos
El teléfono móvil, la computadora portátil y la televisión emiten luz azul, que puede alterar el ritmo circadiano e influir negativamente en la producción de melatonina. Si no tienes una cantidad suficiente de melatonina, es posible que no te sientas cansado ni listo para ir a la cama, aunque sea tarde.
Apaga tus dispositivos al menos una hora antes de acostarte para ayudar a superar la procrastinación al ir al dormir. Cámbialos por un libro o un paseo nocturno para no mirar pantallas. Esto también evitará que te pases horas mirando el teléfono cuando te metas en la cama.
Haz que tu cama sea lo más cómoda posible
Si tu cama es muy cómoda, estarás deseando meterte en ella al final del día. Consigue un edredón acogedor, una manta pesada o almohadas cómodas, y trata de que no haga demasiado calor, para que tu cama sea lo más apetecible posible.