Resistirse a la cultura de las dietas

Resistirse a la cultura de las dietas

Para resistirse a la cultura de las dietas se requiere concienciación y esfuerzo. Pero es posible invertir estas creencias y hábitos inútiles y poco saludables con la práctica. Le damos algunos consejos:

  • Enfócate menos en el peso. Los números de la báscula no reflejan tu salud por completo. Limita la frecuencia con la que te pesas y enfócate en una buena nutrición y en hacer el ejercicio adecuado.
  • Consume una dieta equilibrada. Basa tus comidas y bocados en las pautas de alimentación saludable basadas en pruebas, como las de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Procura comer alimentos variados para cubrir tus necesidades nutricionales.
  • Encuentra formas agradables de realizar actividad física. El ejercicio suele implicar algún desafío. Sin embargo, si sufres durante tus entrenamientos, tal vez sea el momento de cambiar. Ve a una clase de gimnasia, busca en Internet videos de ejercicios gratuitos o sal a caminar o a andar en bicicleta.
  • Disfruta de comer. Aunque quieras evitar comer por motivos emocionales, ¡no hay ningún problema con comer algo solo porque sabe bien! Y comas lo que comas, intenta hacerlo conscientemente, dedicando tiempo a saborear la comida sin distracciones.
  • Sigue las señales de tu cuerpo. Presta atención a las señales de hambre y saciedad de tu cuerpo. Puede ser útil para evitar comer demasiado o demasiado poco, o comer por motivos emocionales.
  • Olvídate del pensamiento "todo o nada". Las directrices sobre actividad física y nutrición deben ser flexibles. Tal vez tengas más tiempo para hacer ejercicio unas semanas y no tanto otras, o te cueste comer bien en los días ajetreados. ¡No pasa nada! La perfección no es la meta.
  • Prioriza lo de dentro, no lo de fuera. Si estás tratando de mejorar tu salud física, debes enfocarte en los resultados de salud que puedas medir. Esto incluye reducir el colesterol o la tensión arterial, o mejorar la forma física.